Durante el pasado curso, durante el confinamiento y el esperpento de lo que íbamos recibiendo de los distintos centros, informaciones sindicales, comunicaciones de las administraciones competentes en materias de sanidad y educación, pero incompetentes para atender las necesidades básicas de la infancia, escribí “Derechos sin voz”. Estar dentro del MCEP hace más fácil estar comprometida y reflexionar para compartir y construir juntos y juntas
Parte I
DERECHOS SIN VOZ
La educación desde la dimensión histórica, política, antropológica, moral y jurídica es un derecho fundamental, pero ahora que la realidad de la escuela como espacio físico se ha diluido, se está poniendo de relieve, como otros tantos derechos (vivienda, trabajo…) su superficial cobertura, porque como ya se ha apuntado en numerosas publicaciones en este tiempo de confinamiento, la educación no es lo mismo que escolarización.
¿Es el derecho universal a la educación un deber para toda la población?, quizá conviene preguntarnos más que antes, sobre cómo satisfacer en condiciones de igualdad dicho derecho, más que exigir el deber de estar haciendo tareas, deberes, clases virtuales…
Hoy, aunque debiera haber estado siempre, es necesario convertir las mesas de negociación, las reuniones de la administración, las convocatorias del consejo escolar, los claustros… en espacios de discusión para replantear la representación colectiva de la educación y tomar conciencia de las funciones reales de la escuela, que vienen ya desde tiempos anteriores desdibujándose, aunque ahora su reflejo tiene una mayor espejo.
Contamos en estos momentos con un tiempo privilegiado, que nos puede aportar lectura, formación, calma, reflexión, estructura… para actualizar la presencia y la búsqueda de los principios y finalidades de verdadera relevancia para una sociedad, aquellas que dieron origen a su existencia y construir otra escuela, que sí que es posible, si se sale del letargo y realmente nos planteamos los para qué de la escuela.
Aprovechar estos tiempos para aspirar a poder llegar a ser mejores o diferentes a los que éramos. Por qué si algo está poniendo de relieve de manera más acuciantes por las desafortunadas respuestas en este estado de “bienestar”, es que la escuela no fue y no está siendo ni el espacio ni el lugar dónde satisfacer el derecho universal ya que está formulando y respondiendo con respuestas de desigualdad medida al alumnado, abriendo aún más las brechas, -los desequilibrios y carencias antes ya existentes.
Necesitamos como colectivo restablecer el sentido de la educación renovando el compromiso con la misma, porque las cambiantes condiciones que estamos viviendo como sociedad hacen que sea preciso sacar las consecuencias que se derivan de esos cambios.
Otra cuestión es dónde están quedado los niños y las niñas en todo este entramado, quién está velando en cada centro, en cada mesa de negociación y en cada decisión por ellos y ellas.
Es momento de plantearnos que ni administración, ni sindicatos, ni AMPAS, no podemos hablar desde su mirada, porque si algo me ha quedado en estos meses de una deriva sinsentido por parte de los diferentes sectores, es que nadie debe asumir su representación sin antes consultarles, implicarles, escucharles.
Todo espacio en el que se tomen decisiones sobre su bienestar, tienen que contar con su mirada y percepción, hoy se necesita, en todos los estamentos de decisión, representantes de y para la infancia, que centren las decisiones en sus necesidades y no en la de los adultos.
Aquí estoy después de 6 meses y gracias al empuje de Lupe y José Luis. Solo llevamos dos días y esto ya se hace insostenible.
PARTE II
TRASPLANTE DE CORAZÓN PARA UNA ESCUELA QUE AGONIZA
Aula de 3 años, 18 niños y niñas, la ratio no está mal, a pesar del incumplimiento de lo aconsejado por Sanidad. Paso a describir, porque mejor no entrar en muchos detalles y sentimientos:
1-Kit de inicio de curso, bata quirúrgica plastificada, mascarilla ffp2+pantalla protectora, unos cuantos bolígrafos y cuadernito.
2-Reuniones generales no se pueden realizar con las familias ni en el exterior. Este año recalcan, olvídense de sus principios este año dirige el COVID.
3-Exclusivas en el centro, no se realizaran las reuniones y demás tareas docentes, todo vía on-line desde casa, con tu compi en una cafetería si y comer los viernes también, pero en el centro imposible, la limpieza es lo fundamental.
4-Entrevistas individuales, en 3 años FUNDAMENTALES, puede venir un progenitor acompañado del peque, toca elegir, después de tanta lucha de corresponsabilidad, superamos el máximo permitido en el plan de contingencia, no vaya a ser que venga la tribu completa y la liemos.
5-Prohibición de cambiar pis, aula de 3 años a pesar del traje de extraterrestre con el que contamos para los momentos de higiene, aseo y alimentación (que en este centro se nos ha impuesto obligatorio durante toda la jornada). El covid puede entrar en los alveolos a través de la orina (a pesar de llevar, bata, guantes, mascarilla y pantalla…).
Esto no queda aquí, la familia tendrá que dejar su trabajo, si es que con suerte lo conserva y venir al centro, donde no podrá entrar y tendrá que llevarse al peque a cambiarlo fuera del recinto escolar, ¿dónde? No es mi problema, me dicen, el covid manda y tú por tu buena voluntad no puedes ponernos en peligro a todas (eso me argumentan);
“NO queridas y querido jefe de estudios, no es la voluntad lo que me mueve, es mi criterio, mi labor y responsabilidad como docente y otras muchas cosas que no detallo para no ser una petarda resabida… Pero tengo que moverme en esa línea fina de defender mi criterio sin que se sientan juzgadas y juzgado. Intento con muchiiiiiiiiiiiisimo esfuerzo respetar sus miedos pero no permito que me den la vuelta a la tortilla…
6-Mascarilla, los protocolos dicen recomendable, etapa de infantil la quiere imponer obligatoria de 3 a 6 años. Consigo después de dos horas de debate… que me permitan en el aula prescindir de ella. Ni tan mal, esta vez seremos las familias y yo quienes velemos por lo que consideramos conjuntamente más apropiado para cada situación.
7-Comienzan las llamadas para las entrevistas. Mamá en primera línea covid, cuando los docentes estábamos en casita… Trabajadora en una residencia de ancianos, psicóloga que ha ido estableciendo y trabajando los planes y la atención psicológica a los familiares y residentes…
Acepta las pautas que la doy para la cita familiar, me escucha y me pide si es posible traer el portátil y que su marido se conecte por zoom. La digo que me siento avergonzada, que siento no poder atenderles a los dos en persona y que por supuesto… Se suelta un poco y comienza a contarme sin conocerme…
ELLA NO ENTIENDE NADA, YO TAMPOCO.
Blanca Rivero Carrera. Maestruca de infantil
Blanca, genial. Claridad, sensibilidad, reflexión y compromiso por una Escuela diferente que sí es posible. Gracias